Debido a la escasa demanda de sus productos por parte de los agricultores, y por el fuerte rechazo que existe contra los organismos genéticamente modificados
El mayor fabricante de cultivos transgénicos del mundo, Monsanto, anunció hoy que renuncia a seguir intentando introducir plantas modificadas genéticamente al mercado europeo.
“No vamos a hacer ningún trabajo de lobby más para el cultivo en Europa”, aseguró a un diario alemán el portavoz de Monsanto Europa, Brandon Mitcheneer. Esta decisión se tomó en base a la débil demanda de los agricultores.
“Hemos comprendido que por el momento no existe una gran aceptación al respecto”, comentó la portavoz de Monsanto Deutschland, Ursula Lüttmer-Ouazane. Sin resultados favorables para la empresa estadounidense durante años, consideran que seguir sería contraproducente.
El Ministerio de Agricultura alemán rechazó comentar la noticia, pero es conocida su postura contra los productos transgénicos. Una portavoz del mismo dijo que “*las promesas milagrosas de la industria de modificación genética no se han cumplido ni para la agricultura en Europa ni para la agricultura en los países en desarrollo*”.
ALEMANIA CONTRA LOS TRANSGÉNICOS
Desde hace años existe un gran movimiento de protesta contra las plantas modificadas genéticamente en Alemania. El gobierno alemán prohibió en 2009 el cultivo del maiz transgénico MON810 de Monsanto.
Otras empresas como Bayer CropScience, BASF y Syngenta decidieron también abandonar sus negocios de plantas transgénicas en Alemania.
La empresa estadounidense promete ventajas millonarias a través de un incremento de la productividad y un menor esfuerzo para la protección de las plantas a través de las técnicas genéticas.
Sin embargo, defensores del medioambiente temen que se produzcan riesgos incalculables para el entorno si se ponen en circulación semillas modificadas genéticamente.