Fuente ONU.
El Día Internacional de la Diversidad Biológica se celebrará este año
durante el Año Internacional de los Bosques (2011), declarado por la
Asamblea General con el fin de educar a la comunidad mundial acerca del
valor de los bosques y los inmensos costos social, económico y ambiental
que tiene su pérdida.
Los beneficios de los bosques son sumamente amplios. Los bosques captan y
almacenan agua, estabilizan los suelos, albergan la biodiversidad y hacen
una importante contribución a la regulación del clima y de los gases de
efecto invernadero que están causando el cambio climático. Generan
utilidades para las empresas internacionales y proporcionan ingresos y
recursos imprescindibles a cientos de millones de los habitantes más
pobres del mundo. No obstante, pese a nuestra creciente comprensión y
apreciación de lo mucho que aprovechamos de los bosques, siguen
desapareciendo a un ritmo alarmante. El Día Internacional de la Diversidad
Biológica está dedicado este año a poner de relieve la necesidad de una
acción urgente.
El año pasado, los gobiernos convinieron en un nuevo plan estratégico para
la diversidad biológica en la Cumbre sobre la diversidad biológica de
Nagoya, celebrada en Aichi (Japón). Para alcanzar las metas establecidas
en Aichi se requiere una considerable reducción del ritmo de pérdida,
degradación y fragmentación de todos los hábitats naturales, incluidos los
bosques, para 2020. Uno de los instrumentos importantes convenidos en el
Japón es el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y
Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su
Utilización. Los bosques abrigan una inmensa diversidad biológica, apenas
catalogada. La pronta ratificación y aplicación de ese Protocolo puede
apoyar la protección de los bosques y el uso sostenible de la diversidad
biológica, lo que a su vez puede contribuir a la mitigación de la pobreza
y al desarrollo nacional sostenible.
Como demuestran las negociaciones en curso sobre el cambio climático, cada
vez se tiene más conciencia de que la reducción de la deforestación y de
la degradación forestal puede ser una parte importante de nuestra
respuesta a la amenaza combinada del cambio climático, la pérdida de la
diversidad biológica y la degradación de los suelos. Encomio ese renovado
hincapié en la importancia de los bosques para el desarrollo sostenible.
Hace casi dos décadas, los líderes mundiales incluyeron los Principios de
Río relativos a los bosques entre los principales resultados de la Cumbre
para la Tierra, que también fue el origen de la Convención sobre la
Diversidad Biológica. El próximo año, los gobiernos volverán a reunirse en
Río para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible (Río +20). Aguardamos con interés esa conferencia histórica e
insto a todos los sectores de la sociedad a que renueven su compromiso con
la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de todos los
tipos de bosques para nuestro futuro colectivo.