Del 25 al 27 de Marzo de 2010 se reunieron en Graz, Austria, 160 representantes de las redes europeas de semillas durante el 5º encuentro europeo, “¡liberemos la diversidad!” En estas redes participan organizaciones para la conservación, uso y la difusión de la diversidad vegetal, organizaciones de la sociedad civil, cultivadoras de huertos, criadores, campesinos y campesinas de más de 20 países. Por primera vez durante este encuentro se discutió la diversidad de las razas de ganado, ya que también en el ámbito de ganadería se puede constatar una erosión avanzada de la diversidad genética. Una declaración sobre la diversidad de animales de cría se encuentra adjunta a ésta declaración.
Declaración de Graz: Libertad para la Diversidad
Cada ser humano tiene el derecho a vivir sin hambre y a alimentarse apropiadamente. Este derecho humano también incluye el derecho a recursos productivos, sobre todo a las semillas.
La soberanía alimentaria sólo se puede lograr a largo plazo a través de cultivos cuya riqueza ecológica y cultural se basa en variedades adaptadas localmente y el cuidado y desarrollo común de esta diversidad.
Desde hace miles de años, los seres humanos han ido creando la diversidad de cultivos y ganado. En un proceso de intercambio entre ser humano y naturaleza y en muchas localidades, a través del pastoraje y durante largos periodos se creó la diversidad bio-cultural de nuestro planeta. El hecho que seres humanos de todo el mundo tengan acceso a ella es básico para nuestra alimentación de cada día y para la soberanía alimentaria de las comunidades. Esta diversidad es parte elemental del derecho humano a la alimentación; debe de permanecer un bien común y pertenecer a todos.
Defendemos el derecho campesino a obtener las semillas de nuestras propias cosechas, a cultivarlas y a compartirlas.
Los derechos de los campesinos (Nota 1) no son respetados e incluso están en grave riesgo a ser aún más restringidos a través de la presente revisión de la legislación europea sobre las semillas.
Diez compañías ya controlan actualmente un 67% del mercado comercial de semillas. Exigen una ampliación de sus derechos de propiedad intelectual, así incrementando sus ganancias e imponiendo sus variedades industriales en todo el mundo. En cambio, variedades que sí se pueden resembrar son marginadas sistemáticamente de los mercados. Sin embargo, no son las compañías semilleras y sus variedades industriales quienes podrán alimentar la población mundial en un futuro. Lo que se necesita es una diversidad de prácticas campesinas con sus variedades de semillas adaptadas localmente (Nota 2).
Nos remitimos al hecho de que las tres cuartas partes de los campesinos y campesinas del mundo siguen intercambiando y vendiendo las semillas que produjeron ellos y ellas mismas.
A través de la nueva legislación europea se están marginando las variedades antiguas y regionales concediéndoles únicamente un pequeño nicho.
Exigimos que los patentes sobre plantas y animales, sobre sus características y sobre sus genes, así como patentes sobre métodos de cultivo, sean prohibidos y que el control de parte de las compañías sobre la biodiversidad sea restringido. La continuación del saqueo de las bases de la alimentación a nivel mundial debe de ser impedido. Un cambio real se llevará a cabo cuando en Europa de un cambio fundamental en su política alimenticia, comercial y agraria e implemente verdaderamente los derechos de los agricultores, tal y como señalados en el Tratado Internacional sobre la semilla de la ONU.
Exigimos:
• el derecho a conservar las semillas de nuestras propias cosechas, a re-sembrarlas a compartirlas y a venderlas;
• la diversidad de variedades en todas las regiones a través del apoyo de los conservadores y cultivadores de variedades orgánicas y capaces de ser resembradas;
• La prohibición de los transgénicos en la agricultura;
• La prohibición sin excepciones de patentes sobre plantas y animales, sus características y genes, así como patentes sobre métodos de cultivo;
• Una nueva política agraria que, en lugar de promover una industria agrícola a grande escala, de alto consumo energético y monocultivos, promueva una diversidad de granjas, ranchos y formas de cultivar la tierra que se basen en prácticas ecológicas.
Estas exigencias se dirigen hacia los Estados Miembros e Instituciones Europeas.
Las y los participantes del 5º Encuentro Europeo de Semillas,
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Nota 1.- Cuando nos referimos derechos “campesinos”, incluimos a los cultivadores de huertos y a todos aquellos y aquellas quienes cultivan plantas.
Nota 2.- Esta es una de las conclusiones centrales del informe del IAASTD (Conocimiento, Ciencia y Tecnología en el Desarrollo Agrícola, por sus siglas en inglés).