Fuente: Amigos de la Tierra
«Amigos de la Tierra Internacional solicita a los gobiernos que centren sus esfuerzos en la agroecología para solucionar el problema del hambre y que eliminen las metas de agrocombustibles que exacerban el aumento de los precios de los alimentos al utilizarlos para la producción de combustible.»
Mientras los gobiernos están reunidos hoy en Roma, en el Día Mundial de la Alimentación, para hablar sobre la crisis mundial de los alimentos, Amigos de la Tierra Internacional advierte en un nuevo informe [1] que los donantes de la agricultura como Estados Unidos y el Reino Unido están invirtiendo dinero en los cultivos genéticamente modificados (GM) a expensas de mejores métodos agrícolas adecuados para combatir el hambre.
Desde que comenzó la crisis alimentaria en 2008, algunos gobiernos han defendido la “agricultura intensiva sustentable” como una nueva forma de aumentar la producción sin dañar al medio ambiente.
El informe investiga lo que ha significado la adopción de este enfoque para los donantes y descubre que, a pesar de que afirman apoyar una variedad de métodos de agricultura ecológicos, el financiamiento continúa inclinándose fuertemente hacia los cultivos transgénicos y la agricultura intensiva de siempre.
Kirtana Chandrasekaran, coordinadora del programa Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional, afirmó: “El enfoque de la agricultura intensiva sustentable es un lobo con piel de cordero. En apariencia favorece a la ecología y a las soluciones a la crisis alimentaria planteadas por los agricultores, el método preferido por varios estudios que cuentan con el apoyo de la ONU. Pero si se investiga un poco más, parece ser un disfraz que utilizan algunos gobiernos y donantes para seguir imponiendo los cultivos transgénicos a los pequeños productores, para promover sus intereses empresariales. Esto daña seriamente la credibilidad de los gobiernos de países como el Reino Unido y Estados Unidos y de los donantes como la Fundación Gates en la lucha contra el hambre”.
Amigos de la Tierra Internacional solicita a los gobiernos que centren sus esfuerzos en la agroecología para solucionar el problema del hambre y que eliminen las metas de agrocombustibles que exacerban el aumento de los precios de los alimentos al utilizarlos para la producción de combustible.[2]
Martín Drago, coordinador del programa Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional, sostuvo:
“No necesitamos otra Cumbre ni tampoco necesitamos más transgénicos. Necesitamos que los gobiernos tomen medidas urgentes para financiar la agricultura ecológica y que pongan fin de inmediato al uso de los alimentos para producir combustibles”.
El gobierno del Reino Unido, Estados Unidos y el gran donante, la Fundación Gates, han gastado cientos de millones de euros en financiar soluciones tecnológicas a la crisis alimentaria, entre ellas los cultivos genéticamente modificados. El mayor proyecto de investigación del departamento de desarrollo internacional del Reino Unido es un fondo de 70 millones de libras para investigar la tecnología de los transgénicos. Entre 2005 y 2011 la Fundación Gates gastó 162 millones de dólares en proyectos de biotecnología, mientras que la estrategia de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos, denominada “Feed the future” se centra en soluciones vinculadas a los transgénicos.
Sin embargo, los cultivos GM no están resolviendo la crisis alimentaria. Hay muy pocas pruebas de que los cultivos transgénicos aumenten el rendimiento en la actualidad o que tengan el potencial de hacerlo en el futuro. Hasta el momento, las promesas de cultivos resistentes al cambio climático y a la sequía son tan solo palabras. Los cultivos GM han, en cambio, aumentado los precios de las semillas y provocado un gran aumento del uso de plaguicidas.
Mientras tanto, las prácticas agrícolas de los pequeños productores están alimentando a la mayoría del planeta y brindan una hoja de ruta para salir del hambre. Varios informes, que cuentan con el apoyo de la ONU, han solicitado más financiamiento para la agricultura familiar sustentable, la agroecología y fuertes mercados locales.[3]
MÁS INFORMACIÓN
En Roma (Italia): Martín Drago, coordinador del programa Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional: martin.drago@redes.org.uy o Tel: +39 348 6869442 (celular italiano válido únicamente hasta el 19 de octubre)
En Londres (Reino Unido): Kirtana Chandrasekaran, coordinadora del programa Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional, kirtana.chandrasekaran@foe.co.uk o Tel: + 44 79 61 98 69 56
NOTAS A LOS EDITORES
[1] El informe está disponible: http://www.foei.org/en/resources/publications/pdfs/2012/a-wolf-in-sheep2019s-clothing-an-analysis-of-the-2018sustainable-intensification2019-of-agriculture
[2] Lea el informe de Amigos de la Tierra Internacional ‘Food not fuel: agrofuels, food prices and hunger: http://www.foei.org/en/wolf-in-sheeps-clothing-summary
[3] Un estudio de abril de 2008 realizado por científicos multidisciplinarios y por varias organizaciones internacionales (la Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola, IAASTD, por sus siglas en inglés) concluyó que la agroecología, el comercio local y el apoyo a los pequeños productores es el mejor modo de combatir el hambre y la pobreza. Para más información, lea el estudio: http://www.foei.org/en/resources/publications/agrofuels/food-not-fuel-agrofuels-food-prices-and-hunger/view
En 2009, el Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación dijo que la agroecología es la principal forma de combatir el hambre y de lograr el Derecho a la Alimentación. El informe del Relator Especial de la ONU está disponible: http://www.agassessment.org/