Fecha: 08-11-2012. Fuente
El próximo domingo, 11 de noviembre, a partir de las 11.00 horas, tendrá lugar un nuevo encuentro de la Red de Intercambio de Semillas de Guadalajara. En esta ocasión, el emplazamiento elegido ha sido Moratilla de los Meleros, donde se darán lugar todos los interesados en la horticultura ecológica arriacense. “El objetivo principal de la iniciativa es intentar establecer una estructura de intercambio de semillas de variedades autóctonas de plantas de huerta a nivel provincial. Con esta red se pretende tanto no depender de los productos comerciales como potenciar el uso de variedades en peligro de desaparición”, explica Curro Martín Cadenas, uno de los miembros de la entidad impulsora.
La de este fin de semana se trata de una iniciativa que no es la primera vez que se realiza, y que en ocasiones anteriores ya ha recibido una buena respuesta por parte del público. “Estos encuentros se llevan haciendo desde hace tres años en la provincia. Algunos años tienen más afluencia que otros, pero nos solemos juntar, como mínimo, entre 25 y 30 personas interesadas en el tema”, indica Martín Cadenas. “Este tipo de iniciativas han surgido a lo largo y ancho de todas las comunidades autónomas, con más fuerza en algunas, y también existen a nivel europeo y en países de América central y del sur. En el caso de Guadalajara se gestó entre unos pocos interesados que cada año nos hemos reunido un lugar distinto, y entre los que se encuentran El Rincón Lento, La Mierla o, este año, en Moratilla”, añade.
Detrás de iniciativas como la del próximo domingo se hallan ciudadanos cuyo único interés es el de conseguir la permanencia de una tipología de agricultura muy determinada, respetuosa con el medio ambiente y en la que se apueste por la calidad. “La organización de este evento ha corrido a cargo de un grupo de personas que creen en la importancia del uso de semillas autóctonas por encima de la imposición cada vez mas fuerte de las variedades comerciales de las grandes productoras”, indican. De esta forma, los impulsores de la idea buscan invertir un proceso de explotación de la tierra que “está acabando con las especies que se cultivaban en cada comarca y que estaban adaptadas a la tierra y al clima propio de cada lugar”.