Grupo ETC. Boletín de prensa. 15 de diciembre de 2011
Nuevo reporte sobre la concentración corporativa en las industrias de la vida
El Grupo ETC, que asiste a las reuniones preparatorias hacia Río+20 en Nueva York, presenta hoy ¿Quién controlará la economía verde? un informe de 60 páginas que conecta las acontecimientos relativos a las crisis del clima y el petróleo, las nuevas tecnologías y el poder creciente de las corporaciones. El documento advierte que las empresas más grandes del planeta están sacando toda la ventaja posible de lo que por todos lados ya se nombra como “economía verde”, al tiempo que se preparan para su golpe más agresivo en la historia, que es no solamente realizar más adquisiciones y explorar otros mercados sino penetrar en nuevos sectores industriales.
DuPont, por ejemplo, que ya es la segunda empresa de semillas y la sexta más grande compañía de plaguicidas y químicos en el mundo, es ahora un poderoso referente en materiales, energía y aditivos alimentarios derivados de vegetales. Así también otros jugadores mayores en los sectores de semillas, plaguicidas, químicos y alimentos —incluyendo a Monsanto, Syngenta, Dow, BASF y Unilever— están haciendo inversiones estratégicas en tecnologías riesgosas y consolidando colaboraciones para investigación y desarrollo con la expectativa de convertir la biomasa vegetal en todo tipo de productos con alto valor agregado. Comercializar la biomasa que aún escapa del mercado es el objetivo principal de las empresas que persiguen para sus fines la economía verde.
Desde el inicio del milenio, la visión de una economía de base biológica ha estado cobrando forma, con su promesa de resolver los problemas del pico petrolero y el cambio climático y con la esperanza de abrir la puerta a una era de desarrollo sustentable. Las nuevas tecnologías, principalmente la biología sintética (o ingeniería genética extrema), potenciada con la bioinformática y la genómica, son la maquinaria principal de esta bioeconomía, que se pretende que funcione con insumos agrícolas como combustible.
Si bien resultan seductores, los nuevos remedios tecnológicos verdes son peligrosos porque promoverán una convergencia y una concentración del poder corporativo aún mayores e impondrán tecnologías patentadas en comunidades que no están discutiendo el tema ni están preparadas o son consultadas sobre sus impactos. Si la “economía verde” se impone sin un debate amplio entre gobiernos y con la participación de los pueblos, las organizaciones y la sociedad civil, la Cumbre de la Tierra a celebrarse en Río de Janeiro del 20 al 22 de Junio de 2010, arriesga a convertirse en el mayor acaparamiento de recursos —despojo— desde la conquista de América.
Kathy Jo Wetter del Grupo ETC lo explica: “no se trata de rechazar la economía verde o las tecnologías, pero ambas son herramientas que deben administrarse bajo sólidas políticas sociales. La Agenda 21 en 1992 llamó a la evaluación de las tecnologías y enfatizó la necesidad de una herramienta para la precaución, que incluya un monitoreo estricto del poder de las corporaciones. Esa propuesta es ahora más urgente que nunca.”
Alberto Gómez, de La Vía Campesina, agrega: “El control de las corporaciones sobre nuestro sistema alimentario amenaza a todos los campesinos del mundo. Somos responsables del 70% de la producción de los alimentos que sostienen a la humanidad, pero nuestra capacidad para producirlos de maneras agroecológicas está amenazada por el tipo de control que las corporaciones ejercen cada vez más, de lo cual informa este documento.
¿Quién controlará la economía verde? será presentado en la reunión inter-sesional de Río+20 en Nueva York, el 15 y 16 de diciembre de 2011, a las 7 PM en un evento lateral sobre agricultura (Agriculture at Rio+20), en el Salón de Conferencias 6, (Conference Room 6), North Lawn Building, en la sede de Naciones Unidas. Alberto Gómez también participará en el evento.