China es actualmente el mayor mercado de alimentos del mundo. Lo que comen en China nos afecta a todos debido a la creciente influencia a nivel global de cómo y dónde es producido ese alimento. Cuando China comenzó a importar soja como alimento animal a fines de los años 90 para sustentar el crecimiento de sus agro fábricas, marcó una de las transformaciones agrícolas más dramáticas, tanto en China como en América Latina.
Cuando China comenzó a importar soja como forraje animal a fines de los años 90, marcó el comienzo de una de las más dramáticas transformaciones que el mundo haya visto. Al otro extremo del mundo, 30 millones de hectáreas de tierras agrícolas, bosques, sabanas y praderas, en el Cono Sur de América Latina, fueron convertidas a plantaciones de soja para abastecer las nuevas granjas fabriles de China con una fuente de forraje barato. Y en China, los bajos precios pagados a los agricultores y otras políticas que favorecían a las grandes agroindustrias sacaron de la producción de carne a millones de familias. Las corporaciones y los grandes agricultores comerciales hicieron fortunas, pero las comunidades rurales, tanto en China como en el Cono Sur, sufrieron las consecuencias.
La carne barata para la creciente población urbana de China se suponía que sería la recompensa. Pero en 2008 los precios del cerdo se dispararon debido a un gran brote infeccioso que afecto a la industria china de la carne de cerdo. Actualmente el país está al borde de una ola inflacionaria mayor debido a que la sequía en Estados Unidos está provocando el alza de los precios globales de la soja. Además, los consumidores chinos han tenido que enfrentar varios escándalos relacionados con la sanidad de los alimentos y diversos desastres ambientales provocados por la producción industrial de carne.
Los problemas generados en China y en el resto del mundo por la dependencia china cada vez mayor del alimento para animales importado se pondrá mucho peor si China continua abriendo su mercado a las importaciones de maíz, el otro cultivo utilizado en gran escala para los alimentos industriales. En 2012, China importará la cifra record de 5 millones de toneladas de maíz, y comprará 7 millones de toneladas adicionales en 2013. Esto es sólo el 5% del consumo nacional de maíz, pero sigue siendo más que todo el maíz importado por China en los últimos 25 años y ya está afectando los precios globales.
China es ahora el mercado de alimentos más grande del mundo. Lo que las personas comen en China tiene repercusiones sobre todos, debido al alcance cada vez más global de cómo y dónde son producidos esos alimentos. Si el gobierno Chino abre el país a las importaciones de maíz, así como lo hizo con la soja, podría desatar otra transformación global de la agricultura como la que ocurrió con la soja, y tendrá consecuencias semejantes. Los hechos recientes muestran que ya comienza a suceder.
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Quién alimentará a china. Los agronegocios o sus propios agricultores